En este artículo te mostramos cómo hacer un plan de marketing de una forma clara y precisa. En realidad, un plan de marketing es una valiosa herramienta de gestión que puede serte útil para desarrollar cualquier estrategia de negocio (digital o físico) o simplemente para encontrar los mejores objetivos estratégicos.
Con el método que vamos a exponer, serás capaz de elaborar tu propio plan de marketing en tan sólo 7 sencillos pasos.
Cómo hacer un plan de marketing en 7 pasos
Paso 1. Análisis interno
El primer punto para hacer tu plan de marketing no es el más sencillo, pero sí el más accesible. Esto se debe a que los datos y variables que debes analizar están bajo tu control.
Concretamente nos referimos a los elementos internos: cuál es el producto o servicio que quieres comercializar (incluso el producto puedes ser tú mismo como profesional), cuáles son las características que lo hacen diferente y qué debilidades son susceptibles de mejorar.
Determinar las fortalezas y debilidades es sólo la mitad del análisis de la situación inicial. Para tener una visión completa de los objetivos y acciones que debes tomar necesitas pasar al segundo paso.
Paso 2. Análisis externo
Es el momento de mirar al exterior, es decir, hacia los datos y variables que están fuera de tu control.
Es necesario que estudies a tus potenciales clientes o público objetivo hacia el que quieres dirigirte, la situación del mercado, la tendencia y, por supuesto, no debes olvidar a tus competidores.
Realiza otro listado como el anterior, sólo que, en este caso, los puntos fuertes se denominan “oportunidades” (porque no dependen de ti). Del mismo modo, los puntos débiles puedes considerarlos como “amenazas”.
Puedes poner las cuatro variables en un mismo folio, en forma de matriz y obtendrás el popular análisis DAFO (Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades).
A raíz del análisis DAFO, puedes comenzar a estudiar cómo sortear las amenazas, qué harás para aprovechar las fortalezas y oportunidades. ¿Hay alguna debilidad que puedas cubrir con una oportunidad? ¿Hay alguna amenaza a la que puedas hacer frente con una fortaleza?
Paso 3. Determina tus objetivos
En este tercer paso, una vez conozcas el punto de partida (la situación inicial), comenzarás con una de las acciones más delicadas e importantes: determinar los objetivos que quieres alcanzar y las líneas estratégicas que vas a llevar a cabo para lograrlos.
Pero recuerda, para que un objetivo esté bien planteado debe cumplir con los siguientes requisitos (llamados objetivos SMART):
- Specific: debe ser concreto, sin abstracción. Define el objetivo simple y llanamente. De forma clara y concisa.
- Mesurable: es decir, medibles. Tienes que ser capaz de cuantificar el objetivo en cifras.
- Achievable (alcanzable): fíjate bien en la matriz DAFO para establecer objetivos realistas. Es decir, alcanzables.
- Relevant: si un objetivo es factible pero no aporta nada útil, no puede ser un objetivo. Es más, lo único que conseguirás es desviar tus esfuerzos hacia resultados que no te reportarán el beneficio que esperas a largo plazo. Por ello el objetivo debe ser relevante para tu propósito final.
- Time Based: quiere decir limitados en el tiempo. Está bien que hayas establecido un objetivo cuantificable. Pero, ¿en cuánto tiempo esperas alcanzar la cifra que has determinado? Para que sean factibles deben tener asociados un período de tiempo en el que (más o menos) serán cumplidos. Puede ser un año, un trimestre, un mes, etc.
Paso 4. Crea tu propuesta de valor
Una vez que hayas determinado los objetivos y tengas una idea de las líneas maestras para alcanzarlos, estás en disposición de definir cómo puedes posicionarte en el mercado. En otras palabras, definir la propuesta única de valor.
Suponiendo que el producto que quieres comercializar seas tú mismo como profesional, puedes definirte de una forma que te diferencie del resto de candidatos. A fin de cuentas, no hay nadie cómo tú: tus experiencias, tu formación, tu talento, tu capacidad para tomar decisiones bajo presión, etc.
En definitiva, trata de establecer un mensaje breve por el cual serás definido (tú o cualquier producto que pretendas lanzar al mercado).
Posicionar un producto en el mercado no es otra cosa que comunicar el mensaje correcto al público correcto. Gracias al análisis DAFO, conocerás qué te hace diferente y por dónde puedes “atacar”.
Paso 5. Establece tu calendario de acciones tácticas
En este punto es cuando pasas a la acción. Las líneas generales que marcarán tu modo de alcanzar los objetivos se denominan estrategia, mientras que las acciones concretas que debes realizar son la táctica.
Sin embargo, la táctica debe ser coherente con la estrategia y estar bien programada. De modo que las acciones no se solapen unas con otras y, lo que es peor, se anulen entre sí. Todas las tareas o acciones tácticas tienen que estar alineadas con los objetivos y definidas en un calendario para cumplir con los tiempos establecidos, mantener el orden y el buen ritmo.
Paso 6. Realiza el presupuesto
Para conseguir los objetivos propuestos, es natural tener que utilizar recursos: tiempo, esfuerzo y, posiblemente, invertir algo de dinero.
Pero también es necesario que puedas administrar los recursos. En caso contrario, en la primera acción que lleves a cabo te quedarás sin “pólvora” y no podrás cumplir con tu plan de marketing.
Presupuesta cada una de las acciones tácticas y determina su alcance para establecer cuánto te supone en tiempo, dinero, esfuerzo y cualquier otro recurso. Asegúrate de que puedes cumplirlas todas sin que haya impedimentos que entorpezcan el plan una vez iniciado.
Paso 7. Crea un sistema de control
Una vez hayas comenzado a ejecutar tu plan de marketing, necesitas un sistema para medir si estás en el buen camino, si las acciones contribuyen al cumplimiento de los objetivos y cómo puedes corregir las posibles desviaciones.
Para ello es necesario que crees una serie de indicadores que te ayuden en esta labor. Poniendo todos los indicadores juntos, obtendrás un cuadro de mando que te dirá cuál es la tecla o botón que debes presionar para avanzar lo más rápido y eficientemente posible.
Con un buen análisis, unos objetivos bien definidos y una serie de acciones tácticas meticulosamente calculadas, puedes conseguir resultados. Pero sin un sistema de control, no serás capaz de detectarlos y es posible que realices cambios innecesarios (de esos que te hacen consumir más tiempo y recursos) sólo para desbaratar lo que ya funciona.
Con estos sencillos pasos serás capaz de decidir cuándo y cómo realizar un plan de marketing que te ayude a gestionar cualquier proyecto.
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